La marca alemana presento la coupé de seis cilindros y tracción trasera, perteneciente a la línea deportiva M.
Aunque BMW haya optado por introducir una plataforma de tracción delantera en sus modelos, su compacto coupé, la nueva generación del BMW Serie 2, no ha sufrido esa modificación y sigue siendo un auto con proporciones de la vieja escuela y tracción trasera.
El sitio Car and Driver probo la versión deportiva de la coupé serie 2 y nos trae sus comentarios.
Se muestra como un BMW Serie 2 más musculoso, con una trocha y tomas de aire notablemente más grandes, pero BMW demostró una vez mas que incluso estas versiones M tienen la suficiente personalidad como para distinguirse de lo que nos imaginábamos del resto de su gama. A diferencia de ellos, este M2 exhibe un diseño de formas sorprendentemente cuadradas y funcionales, casi de otra época, pero que en conjunto le dan un aspecto muy robusto y agresivo, perfecto para una máquina de diversión como esta con más de 400 CV.
Así lo demuestra sobre todo su paragolpes modificado con grandes tomas de aire totalmente cuadradas tanto en la parte central como en los laterales, acompañados por una imponente parrilla sin marcos y de formas rectangulares que no sigue el mismo lenguaje de diseño que sus hermano mayores M3 y M4 con un formato más horizontal. El deportivo también luce unos pasos de rueda ensanchados, llantas de mayor tamaño, faldones específicos y unos discos de freno perforados de alto rendimiento.
No faltan tampoco las características cuatro salidas de escape, que reemplazan a las originales perfectamente integradas del modelo estándar. Si observamos con detalle podemos decir que las del Serie 2 más prestacional se parecen mucho a las de sus hermanos mayores, es decir, los M3 y M4. Otro detalle importante es la presencia de un spoiler ligeramente más pronunciado en la tapa del baul.
Pasando al interior, las imágenes nos muestran los dos tipos de asientos que habrá disponibles, unos más conservadores con superficies en Sensatec/Alcantara y otros más extremos de fibra de carbono y con superficies Vernasca/Sensatec. Otro detalle interesante lo tenemos con la pantalla del sistema multimedia, de 14,9 pulgadas y formato curvo para manejar la última versión del BMW iDrive y que nos permite manejar algunos menús del auto como, por ejemplo, el M Mode y los programas Road, Sport y Track. A su lado como cuadro de mandos tenemos otra pantalla de 12,3 pulgadas para manejar todo lo relacionado con la conducción, que además puede acompañarse de un Head-Up Display opcional. Ambas forman, como en otros BMW recientes un único panel panorámico sobre el tablero de estilo flotante.
Respecto a su mecánica nos encontramos de nuevo con un propulsor turboalimentado de seis cilindros en línea y 3.0 litros de cilindrada, heredado de los citados BMW M3 y M4 actuales. Como ya sucediera en la primera entrega del compacto deportivo, este bloque perderá en potencia y par motor para poder asentarse en la plataforma del Serie 2, aunque seguirá ofreciendo una más que interesante cifra de 460 CV de potencia y 550 Nm de par y una zona roja del cuentavueltas en los 7.200 rpm. Nuevamente, podrá ir asociado a una caja de cambios manual de seis velocidades u otra automática de doble embrague M Steptronic de 8 relaciones que sacará las máximas prestaciones del auto. Prestaciones que se traducen en un 0 a 100 km/h en 4,1 segundos en este último caso y 4,3 en la versión con cambio manual, un 0 a 200 en 13,5/14,3 segundos y una velocidad máxima limitada a 250 km/h pero que puede aumentarse hasta los 285 km/h equipando el paquete opcional M Driver's Package.
El sistema de escape del deportivo compacto también contará con un botón encargado de abrir una válvula con la que obtener la máxima sonoridad de las cuatro salidas. Toda esta magia se remata con un chasis muy bien afinado que destaca por una corta distancia entre ejes y una perfecta distribución de peso para dar como resultado un coche ágil y muy preciso. Su eje delantero de doble articulación y el eje trasero de cinco brazos cuentan con un reglaje específico M, que se suma a una suspensión adaptativa M con amortiguadores controlados electrónicamente, una dirección con asistencia variable M Servotronic, y el diferencial M activo que garantizarán ese delicioso placer de conducción óptimo sea cual sea el escenario, o su control de tracción M que incluso permitirá y ayudará a realizar derrapes controlados con hasta niveles distintos de intervención en el deslizamiento de las ruedas. Tampoco falta el sistema DSC (Control Dinámico de Estabilidad), que incluye el modo M Dynamic, y y unos avanzados y potentes frenos M Compound, con seis pistones y pinzas fijas en el eje delantero y un pistón y pinzas flotantes en el trasero.
De hecho no faltan ajustes en los apartados de la propulsión, suspensión, dirección y tacto del pedal de unos frenos heredados de los M3 y M4. Los dos primeros se podrán configurar en los modos Comfort, Sport y Sport Plus, mientras que los segundos solo en Comfort y Sport. También hay un botón Setup que permite ajustar al gusto motor, chasis, dirección, sistema de frenos y el control de tracción M, así como al asistente de cambio de marchas con la posibilidad de guardar dos configuraciones personalizadas a las que se podrá acceder fácilmente a través de los botones M en el volante.
Fuente y fotos Car and Driver
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