Subastan el Subaru con el que Ken Block compitió en los X Games

Se trata de un Subaru Impreza RS usado por el piloto para la competencia del año 2006. En uno de los enfrentamientos se topó nada menos que con Colin McRae, mirá el video.

Los fanáticos del Rally y de las figuritas difíciles, pueden hacerse ahora de este curioso vehículo, el Subaru Impreza 2.5 RS que Ken Block y su copiloto Alex Gelsomino usaron durante sus enfrentamientos en los X Games contra estrellas como Colin McRae o Travis Pastrana. El auto, que todavía luce su estética de Monster y el número 43, salió a subasta estos días en Bring a Trailer.

De acuerdo con su ficha en la web, este Impreza RS de 2004 estuvo en manos de los expertos preparadores de rally de Vermont SportsCar en 2006, cuando Ken Block lo transformó a las especificaciones de la categoría Open. Las mejoras del motor incluyen nuevos componentes de la refrigeración, una brida Prodrive de 34 mm para el turbo, una ECU de MoTeC y una bomba de combustible de alto flujo entre otros detalles de competición.

Los amortiguadores Öhlins y sus soportes Cusco resisten las más brutales condiciones del camino, mientras el kit de protecciones de los bajos preserva las zonas vitales. De Cusco son también los diferenciales LSD delantero y trasero, con el central programable por el conductor. La transmisión KAPS de cinco relaciones reemplaza la de serie, rematada por un bonito varillaje al descubierto.

El interior es típico de un auto de carreras, en este caso de rally, con sus butacas Recaro, los arneses Sabelt de seis puntos y la jaula de antivuelco completa. El vendedor recuerda, y recuerda bien, que estos asientos y cinturones tienen sus homologaciones caducadas.

Además de su recuerdo junto a Ken Block, el auto tiene algunas historias más. Fue registrado como siniestro en 2005 tras una fuerte inundación, aunque eso no impidió a Mark Fox ni a su copiloto Jake Blattner comprarlo para seguir corriendo con él en 2009. También se vio envuelto en varios accidentes en carrera, como prueban las reparaciones que ha recibido a lo largo de los años. Aún quedan algunas cicatrices en la carrocería, pero nada fuera de lo normal para un vehículo de competición. Aunque obviamente, quien lo compre no lo hará competir nuevamente.

Fuente y fotos Car and Driver